Pablo dice en:

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Romanos 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

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   Vivimos en un mundo que cada vez se aleja más de Dios, que buscando su propia conveniencia, va camino a su perdición.

Vivimos en una sociedad que está dando síntomas que ha llegado al límite, pronta a desaparecer. Desaparecer como muchas civilizaciones de la antigüedad, que se corrompieron y se autodestruyeron.

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   Son estos momentos que más urgen a los creyentes a comunicar el evangelio (Mateo 28:18-20).

Pablo dijo en la carta que les escribió a los cristianos en Roma que para que alguien fuera salvo, deberíamos hablarles acerca de Jesús.

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   Entonces debemos tener en cuenta que para alguien sea salvo debe:

 

1-Creer, debe invocar a Dios, reconocer a Jesús.

2-Para reconocer a Jesús, deben creer en Él.

3-¿Cómo puede alguien creer en Jesús si nadie le hablado   acerca de Él?

4-  El mensaje de salvación debe entonces, ser proclamado.

5- ¿Dónde están los mensajeros? ¿Qué estamos haciendo, nosotros los creyentes?

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   Pensemos en la responsabilidad que nos cabe como creyentes (2 Corintios 5:18-21). Nuestra actitud se puede convertir en obstáculo (Mateo 12:30) o puede favorecer la comunicación del evangelio (Mateo 5:14-16), el plan de salvación de Dios (1 Corintios 15:1-4), para todos los seres humanos.

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   El proclamar el mensaje de Dios no es algo opcional (2 Corintios 5:10), algo que podemos optar, como lo hacemos cuando vamos al cine, que podemos ver tal o cual película.

Hablemos acerca del plan de salvación a las personas que estén a nuestro alrededor para que se hagan conscientes de su situación y puedan conocer a Cristo.

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   Santiago 4:17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”

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  A.S