¿Será que Dios se olvidó de mí?
Algunas personas, cuando no pueden vivir la vida como ellas quieren, lo primero que piensan es que Dios se ha olvidado de ellas y se preguntan porque Dios las ha abandonado. Porque Dios permite que cosas malas les ocurran solo a ellas, porque no responde a sus suplicas y oraciones.
Lo que esas personas no tienen en cuenta, por haberse compenetrado tanto en resolver sus problemas, es que Dios no las ha olvidado y que tiene grandes planes para ellas, que siempre ha estado cerca, cuidando de cada una de las circunstancia de su vida. ¿Cómo podemos estar seguro de ello? Porque somos los seres humanos la máxima creación de Dios. Usted es la máxima creación de Dios y él está pendiente de cada detalle de lo que esté viviendo ahora y tiene grandes planes para usted.
Jesucristo dijo: Juan 10:10 …; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Eso es tan verdadero como el sol que sale cada mañana.
Juan 14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Hay que tener en cuenta algo, que Dios no va a hacer lo que nosotros debemos hacer. Ante todo debemos hacer algo: Tener comunión con Dios, amando a Dios, que no es una declaración de deseo, sino una acción práctica y constante (Mateo 22:37-39). El hombre encuentra el verdadero significado de la vida cuando alcanza la comunión con el Señor.
Todo esto es posible cuando adquirimos el conocimiento de él. Tal vez usted esté tan centrado en resolver su problema, que solo ve obstáculos y no la puerta que el Señor le ha abierto para resolverlo. Tal vez Dios no le quite el problema la primera vez que ora, porque desea hacerlo más fuerte y experiente, preparado para desafíos más grandes.
¿Por qué nos cuesta creer que Dios desea lo mejor para nosotros? Dios nos ha dado a cada uno la capacidad para convertir nuestros sueños en realidad, si vivimos conforme a su voluntad. Si alguna vez usted pierde la esperanza recuerde que los planes de Dios son mejores que los suyos.
Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Puede ser que nos olvidemos de Dios, pero él nunca se olvida de nosotros. Escribió el apóstol Pablo:
Filipenses 1:6 estando persuadido de esto, que el comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
A.S.